La SIDE vigilará a quienes “manipulen la opinión pública” o a quienes puedan generar una “pérdida de confianza” en las políticas económicas del Gobierno
El nuevo Plan de Inteligencia Nacional, que detalla una investigación periodística, habilita tareas de espionaje interno que podrían alcanzar a periodistas, economistas, académicos y actores sociales.
La Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) aprobó un nuevo Plan de Inteligencia Nacional (PIN) que define los lineamientos estratégicos que guiarán el accionar de los servicios de inteligencia durante los próximos años. Además de objetivos tradicionales como la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo, el documento que publicó La Nación y analizó el periodista Hugo Alconada Mon, incorpora conceptos ambiguos que podrían habilitar tareas de vigilancia interna sobre actores civiles.
Entre los puntos más sensibles, el texto establece que podrán ser objeto de monitoreo quienes busquen “erosionar” la confianza pública en los funcionarios encargados de la seguridad nacional o generen “pérdida de confianza” en las políticas económicas. El texto no especifica si esa vigilancia recaería sobre agentes externos, o si podría aplicarse también a ciudadanos, economistas, periodistas o académicos que expresen críticas.
También se señala como foco de interés a quienes “manipulen” la opinión pública durante procesos electorales o propaguen “desinformación”. Sin precisiones, se abre así la posibilidad de que las acciones de inteligencia incluyan a comunicadores o usuarios de redes sociales que difundan contenidos considerados engañosos o contrarios a la línea oficial.
En el texto, de más de 170 páginas, se alude incluso a quienes promuevan la “distorsión de la percepción” y afecten los procesos “cognitivos” de la opinión pública, especialmente a través de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Fuente: a24