El crecimiento sostenido de la industria del litio en Salta vuelve a poner en el centro del debate la necesidad de modernizar el ramal C14 del Ferrocarril Belgrano y mejorar la infraestructura de transporte hacia el Pacífico. Con la producción de carbonato de litio en expansión y nuevos proyectos en marcha, el sistema vial y ferroviario del corredor minero comienza a mostrar signos de saturación.
Actualmente, las principales empresas que operan en la puna salteña —como Eramine Sudamericana, Ganfeng Lithium y Posco— trasladan su producción en camiones por la ruta nacional 51, una vía estratégica pero deteriorada que atraviesa la cordillera hasta el paso de Jama, en Jujuy, para conectar con los puertos chilenos. La logística se vuelve cada vez más compleja: se estima que solo entre las tres mineras se moverán más de 1.800 camiones mensuales cuando alcancen su capacidad plena de producción.
El ramal C14, que une Salta capital con Socompa, aparece así como una alternativa clave para reducir costos y mejorar la seguridad del transporte. Especialistas y directivos del sector minero advierten que reactivar el tren sería un paso decisivo para consolidar la competitividad del litio salteño en el mercado internacional.
“Si logramos sustituir parte del transporte carretero por ferrocarril, reducimos el impacto ambiental, descongestionamos rutas y bajamos los costos logísticos en un 30%”, señalaron fuentes del sector. Además, remarcaron que el uso del C14 permitiría una conexión directa con los puertos del norte chileno, como Mejillones y Antofagasta, reduciendo los tiempos de envío hacia Asia y el resto del mundo.
La expansión del litio en Salta, impulsada por inversiones millonarias y acuerdos con empresas extranjeras, refuerza la urgencia de un plan integral de infraestructura. En ese marco, la reactivación del ferrocarril C14 ya no se plantea como un proyecto histórico o romántico, sino como una necesidad concreta para sostener el crecimiento de la minería del futuro.
