Política

POLÍTICA | Mauricio Macri digita el 2023 del PRO y ya tiene a su elegido

El zoom realizado el lunes y que duró varias horas terminó con un escueto documento en el que todos dejan en claro una predisposición a evitar el default y ayudar al oficialismo. Si bien se expresaron todas las posturas del espacio, lleno de dudas al respecto, parece que la calma va llegando.

“Esto es sencillo. El PRO es un partido político armado por quienes están detrás de escena, no por los que ponen sus nombres”,  explica en cada oportunidad que puede un importantísimo referente de la fuerza que siente respeto por Mauricio Macri pero que certifica que el próximo candidato será Horacio Rodríguez Larreta. 

Otro dirigente que acompañó a María Eugenia Vidal en su paso por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, y que ha ido en más de una oportunidad a la Quinta Los Abrojos, de Los Polvorines, en Malvinas Argentinas, ya que no le queda muy lejos de su domicilio laboral, anticipa que “en los diferentes encuentros que tuvieron en Villa La Angostura, durante enero y febrero, Macri ya definió todo lo que queda del año”.

“El PRO es un partido muy chico, que lo conducen Mauricio y sus amigos del Cardenal Neuman. Aunque a vos te sorprenda, es así. Todos los demás son partes, más o menos importantes, de ese andamiaje. Y siempre han estado una o dos jugadas delante de todos, inclusive de los que creen estar hoy en la cima del poder”, explicó este referente opositor que sabe traducir, como pocos, lo que pasa en el oficialismo y en la oposición. 

En este contexto, uno de los referentes provinciales de Juntos considera que “tanto Macri como Rodríguez Larreta (Horacio) ya decidieron lo que viene. Tienen en claro que no pueden entregar la Ciudad de Buenos Aires, por lo cual deben tener un plan de contingencia para contener a Martín Lousteau. Y el otro problema es, para Horacio, la potencia que está teniendo Patricia Bullrich, quien hoy está mejor que todos”.

Sobre este punto es que el interlocutor tiene más dudas que de costumbre. “La idea que tengo es que Horacio es el que decidió, con Mauricio, como seguir. Pero no pueden darse el lujo de tener dos candidatos presidenciales porque sino los radicales se los pueden comer”, agregó. 

Algo de eso quedó flotando en el aire tras la discusión que hubo en la conformación de la lista de unidad que presentó el PRO en la provincia de Buenos Aires, en la que Bullrich y Larreta coincidieron que debía quedar en manos de Jorge Macri. “Pero de ahí para abajo se discutió todo. Inclusive los patricios provinciales contrataron escribanos para comprobar que todo se realizara tal cual lo pide la Carta Orgánica.

Esa presión le permitió colocar un hombre clave en la Junta Electoral. Ramón Lanús, el referente de San Isidro, amigo de Esteban Bullrich y Joaquín De la Torre, tendrá una silla además de otros miembros que integrarán la conducción. Lanús jamás cortó lazos con los amigos de Rodríguez Larreta

Las discusiones y las fotos que dejaron el tratamiento del Presupuesto nacional, a fines del año pasado, y el discurso de Alberto Fernández hace una semana, retrataron, además, los diferentes puntos de vista que hay sobre la actualidad y el futuro con la Unión Cívica Radical. 

Eso perdura hasta hoy, cuando empezó a discutirse formalmente el entendimiento con el FMI en el que los radicales, conducidos por Gerardo Morales, tienen una postura mayoritaria en favor de acompañar el nuevo acuerdo. Aquí también hay diferencias con Martín Lousteau, que cree que no puede tratarse nada de lo que mande el Ejecutivo Nacional. 

Morales desconfía de Lousteau no sólo por este planteo. Cree que forma parte de una estrategia diseñada desde la Ciudad de Buenos Aires por Rodríguez Larreta para dividir a los boina blanca y provocar rupturas o discusiones estériles puertas adentro del centenario partido. 

Lo extraño de esta discusión es que el gobernador de Jujuy coincide mucho más de lo que se sabe con Rodríguez Larreta. Lo considera un hombre mucho más de centro que las medidas extremas pro mercado que propuso, con escaso éxito, el ex presidente Macri

La irrupción de Facundo Manes fue una muy buena noticia para Morales. A pesar de que a priori es un claro competidor con su idea presidencial para 2023, sabe que el neurocientífico es un outsider que le puede sumar frescura a un partido que quedó atrapado por los fallidos finales de Raúl Alfonsín y el desastre de Fernando De la Rúa. 

En los entornos de Morales y de Manes creen en que el radicalismo ya tiene la potencia para encabezar el frente opositor y no ser más una parte funcional del esquema diseñado desde el PRO. Por eso no es extraño que durante este año sigan hablándole a su propio público y a quien quiera incorporarse en un diseño más amplio de Juntos por el Cambio para que, el año próximo, poner una fórmula presidencial potente “consolidando y ampliando la oposición”.

En esto también coinciden todos. Las diferencias aparecerán cuando unos quieran ir más a la derecha y los otros concretar la apertura final del centro político. “Si el PRO quiere cerrar con Javier Milei o José Luis Espert, es problema de ellos”, sostienen los radicales que saben que los libertarios no los quieren. 

Para evitar que haya “vivos que juegan para uno y cobran por el otro”, como sucedió en la última interna bonaerense, y para no dividir demasiado los distritos gobernados por los intendentes de Juntos, ahora Macri, Rodríguez Larreta y Morales creen que lo mejor es llevar “en todos los niveles a sus propios candidatos”. 

Eso llevará a que los “tibios” o resbaladizos dirigentes locales, inclusive los intendentes que se sienten cómodos como jefes territoriales, tengan que definirse por unos u otros.

Fuente: mdzol.com

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