Origen, datos y misterios que explican la devoción a la Virgen de Guadalupe y por qué se celebra el 12 de diciembre.
Cada 12 de diciembre miles se acercan al Tepeyac para celebrar a la Virgen de Guadalupe, figura central de la devoción mexicana. La Basílica que la alberga es un imán para fieles y turistas. La historia mezcla fe, símbolos y datos que explican por qué la celebración congrega multitudes constantes.
La Basílica de Guadalupe ocupa el segundo lugar entre los santuarios católicos más visitados, detrás del Vaticano. Para recibir a millones de peregrinos se inauguró en 2011 la plaza Mariana, pensada para alojar miles de grupos. El crecimiento de las peregrinaciones obligó a rediseñar espacios y logística en el complejo del Tepeyac.
La devoción y la historia por la Virgen de Guadalupe
El papa Juan Pablo II proclamó a la Virgen de Guadalupe como patrona de América en 1999, reconocimiento que reforzó su lugar simbólico en el continente. Cada año millones de fieles la visitan: en 2017 se registró un pico histórico de más de 7,2 millones de peregrinos que llegaron hasta la Ciudad de México.
El vocablo “Guadalupe” no es náhuatl sino de raíz árabe y se interpreta como ‘río de lobos’, dato que sorprende en la tradición popular. Encuestas indican que cerca de siete de cada diez mexicanos se consideran devotos. Los fieles le atribuyen favores en salud, trabajo y en la resolución de problemas personales.
Virgen de Guadalupe: misterios y símbolos
Científicos, especialistas en imagen y hasta expertos vinculados a la NASA examinaron el lienzo con la imagen y no terminaron de aclarar la técnica ni los pigmentos usados. En la tradición se habla del “misterio” de los ojos, donde algunos han creído ver reflejos o figuras pequeñas dentro del retrato.
El vínculo entre la devoción y la cultura popular queda en evidencia en gestos simbólicos: tras ganar el Mundial 2010, la delegación española llevó la Copa del Mundo ante la imagen como ofrenda. Ese tipo de actos muestran que la Basílica funciona también como espacio de agradecimiento público y de rituales colectivos.
Cada 12 de diciembre la adoración se materializa en cantos, peregrinaciones y ofrendas. La figura de la Virgen de Guadalupe convoca no solo por motivos religiosos sino por identidad cultural; familias enteras viajan para cumplir promesas o pedir favores, y el flujo constante de visitantes obliga a medidas especiales de seguridad y atención.
Fuente: radiomitre

