Un estudio analiza la incidencia y mortalidad por COVID-19 en función del barrio.
Los barrios con bajos ingresos o mayores tasas de vulnerabilidad social sufren con mayor intensidad el impacto de la pandemia, revela un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine. Los autores confirman con datos algo que es fácil de intuir, y es que las personas en situaciones más precarias o de exclusión social tienen un mayor riesgo epidemiológico: están más expuestas a la infección, muchas veces tienen más dificultades para cumplir medidas de aislamiento o cuarentena, y también se producen retrasos en el diagnóstico o en la identificación de contactos.
Los científicos analizaron los datos disponibles sobre pruebas diagnósticas realizadas, casos confirmados y muertes por COVID-19 en función del código postal desde marzo a diciembre de 2020 en tres grandes ciudades estadounidenses: Chicago, Nueva York y Filadelfia. El equipo comparó estos números con los datos del Índice de Vulnerabilidad Social 2018 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, incluido el estado socioeconómico, los datos de los hogares, el estado de las minorías, el idioma hablado, el tipo de vivienda y el transporte. Los resultados confirmaron que los marcadores del impacto de la pandemia se agrupan en vecindarios, de forma que los barrios con menores ingresos y comunidades minoritarias experimentaron peores resultados que los barrios predominantemente ricos y blancos.
“Hemos estado documentando la posible existencia de estas disparidades desde los primeros días de la pandemia”, explica Usama Bilal, profesora asistente en la Escuela de Salud Pública Dornsife de Drexel. “Ahora tenemos datos completos sobre algunos de los efectos mortales de la segregación residencial, el racismo estructural y ambiental y la injusticia económica en la pandemia en curso”.
Puntos calientes de COVID
El documento destaca dónde se encuentran los puntos calientes de COVID-19 en las principales ciudades y muestra que las desigualdades sociales en los resultados de COVID-19, en positividad, incidencia y mortalidad, se concentran en códigos postales específicos y están fuertemente asociadas con la vulnerabilidad social.
“La pandemia ha puesto de relieve, una vez más, cómo los determinantes sociales de la salud, incluidas las desigualdades sociales y económicas, así como el racismo estructural, tienen efectos profundos en la salud”, indica Ana V. Diez Roux decana de la Escuela de Salud Pública de Dornsife.
Grandes desigualdades, también en la salud
“Hemos visto disparidades similares con el VIH y otros problemas de salud, pero el patrón se vuelve más claro en una emergencia de salud internacional que sería difícil de controlar si no se controla en todas partes”, dijo Bilal. “Necesitamos más pruebas, vacunación, pero también mejores condiciones de trabajo con acceso ampliado a equipo de protección personal, bajas por enfermedad pagadas y más inversión en comunidades de bajos ingresos“.
Los autores señalan que estas desigualdades probablemente sean mucho más grandes de lo que se ha detectado en el estudio como resultado de la falta de pruebas sistemáticas generalizadas en muchas ciudades de los Estados Unidos.
Fuente: muy interesante